Voy a tratar de hilvanar la crónica
del pasado viernes 26 de abril de 2013, porque a veces uno por tener presente
lo vivido no se relata, y como dice el dicho: Las cosas por sabidas se callan y
por calladas se olvidan.
Ese día había dejado mi celular
en casa, me había pasado buscando Gilberto (Orejas) Hernández, íbamos a recargar
un botellón de agua, fuimos a eso de las
10am al surtidor que queda frente a
Pollos La Llovizna, al salir de ahí ¿a quien vemos en la orilla de la vía? A Frank
Guevara, sabíamos que estaba en Puerto Ordaz de visita, recién llegado de Islas
Canarias, Gilberto le frena la camioneta y le grito: Epaleeee!...... Frank nos
comenta que andaba caminando ... ejercicio matinal....(no tengo coche)....., y que..... ¿Por qué nos reuníamos para tomarnos un “cortado” (marroncito),
que el brindaba. Como el Orejas es cervecero, le dijimos que al cruzar nos tomaríamos
“UNA” en licoreria el Sifón. Dicho y hecho ahí empezó todo, nos quedamos en la
fachada de El Sifón y por supuesto que pusieron el fonograma: “Se les recuerda está
prohibido ingerir bebidas alcohólicas frente a este local”, está bien
arrancamos y nos fuimos. Rumbo a casa, porque cargábamos el botellón, nos
tomamos la “OTRA” en una bodeguita por los bloques de Villa Brasil. Hasta ahí todo
bien, porque al dejar a Frank en la senda de su casa, en la vereda estaba nada
mas y nada menos que Jorge Flores, quien asombrado casi automáticamente paso el switche “NO TRABAJO MAS HOY”.
El Oreja, siguió su rumbo y
Frank, Jorge y Yo fuimos a casa de los Guevara, donde sin darnos cuenta, ya teníamos
entre las manos un piano, dos cuatros y obvio respectivos vasos de scotch. Allí
recordamos anécdotas y pasajes de la vida parrandera, intercambiamos cuentos
sucedidos en ese largo tiempo sin intercambiar conversaciones. “Que bueno es
estar vivo”….
Una vez ingerido el primer
frasco, Jorge propuso ir al local “La Nona” en CC Trébol I, donde podíamos seguir
la bohemia, y así fue, por allá desfilaron Darío Arria (quien fue mentor de
Guayacuchos), Belkis Álvarez (voz femenina de aquellos tiempos), y Xóchitl,
hermana de Jorge, quien recién llego de Boston, a quien agradecemos la gráfica
que encabeza este blog.
Interminables las canciones, a
punta de cuatro y percusión mesa-vaso,
Frank, La Panadería esta Abierta, Las Empanadas del Ferri, Grey Zuliana,
y pare usted de contar. De allí nos fuimos ya a la hora de cierre del local, ya
que eran aproximadamente 8pm. Por otra parte como andaba sin celular, me
llamaron de casa porque había un apagón, y el tremendo aguacero que cayó incesante
esa tarde muchísima agua sin parar había anegado mi casa. Pensé, este momento
no se repite, la luz no la puedo poner y el agua ya la sacaremos en su momento,
que se esperen en casa, por algo la providencia me hizo dejar mi teléfono.
Hicimos unas escalas en “Casa
Tolo” y “El Candil” para aterrizar en “La Posada de Chiquito”, donde compramos
en tercer frasco de scotch. Y allí nos topamos con Fortunato Grilli, quien nos
comunico por su teléfono a Guillermo Rosales quien estaba en Maracaibo. Alli
transcurrio el tiempo y la parranda, ya para ese momento Frank cantaba gaitas
en francés e ingles, por cierto eso hay que grabarlo, no nos quedo registro de
audio de ese inolvidable día en que la
bohemia nos decía implícitamente “QUE BUENO ES ESTAR VIVO”….
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